miércoles, 29 de diciembre de 2010

Todo un hombre

Trepé al castaño y observé sin pestañear,  ellos estaban tumbados en un pequeño claro al que yo iba a menudo para sentirme solo y libre. Estaban muy juntos  y  reían como mi hermana y yo cuando poníamos en marcha alguna travesura; mientras él la acariciaba por debajo de la camiseta, ella jugueteaba con su pelo rizado de una manera que yo conocía bien. Algo me obligó a volver a casa sin ver como acababa todo aquello.
Aquella noche, al darme las buenas noches, ella me revolvió los rizos.
 Me sentí  todo un hombre.

lunes, 27 de diciembre de 2010

A mitad de la noche

A mitad de la noche, Alba abrió los ojos y se hizo de día en medio de la oscuridad.
Sus padres se despertaron sobresaltados por la repentina claridad, pero cuando miraron  al reloj vieron que aún eran las cuatro y se acordaron de aquella pequeña que pasaba su primera noche en casa. Alba, en el fondo de la cuna, tenía muy abiertos sus pequeños ojos claros y sonreía plácidamente. La madre la tomó en sus brazos y acercó un pezón a su boquita, la niña comenzó a chupar rítmicamente, al cabo de un rato se quedó dormida y la noche volvió al cuarto.
Cuando la mujer volvió a acostarse en la oscuridad, el hombre se acercó a ella abrazándola por detrás y le susurró al oído: Te dije que ponerle ese nombre nos traería problemas.